En el Congreso ha surgido una controversia debido a los elevados sueldos que reciben al menos 30 funcionarios en cargos directivos, técnicos y administrativos, algunos de los cuales superan los 10 millones de pesos, incluso por encima del salario del Presidente de la República. El caso más destacado es el del Prosecretario General y Tesorero del Senado, cuyo ingreso asciende a 16 millones de pesos, pese a estar por debajo en rango del Secretario.
El senador socialista José Miguel Insulza consultó al respecto con el secretario de la Cámara Alta, Raúl Guzmán, quien explicó que existen proyectos en la Comisión de Régimen Interno para modificar el reglamento del personal y establecer estamentos salariales. Sin embargo, aclaró que los funcionarios actuales no pueden ver reducidos sus sueldos debido a derechos adquiridos.
La defensa de estos derechos fue criticada por parlamentarios como el senador Rojo Edwards, quien calificó como «irrazonable» que se mantengan sueldos tan altos en un país donde el sueldo medio es de 780 mil pesos. Algunos legisladores han propuesto la creación de una «planta de extinción», donde los reemplazos de los funcionarios salientes perciban sueldos estandarizados, acordes con otros ministerios.
Desde el oficialismo, el senador José Miguel Insulza insistió en la necesidad de avanzar en esta reforma para establecer una nueva planta de personal. Se ha solicitado la formación de una comisión con los funcionarios, aunque aún no se ha fijado fecha para ello. Mientras tanto, la presidenta de la Cámara Baja, Karol Cariola, expresó su disposición a estandarizar los mecanismos de publicación de sueldos entre las instituciones.