
El precio del cobre en la Bolsa de Metales de Londres (LME) continúa al alza y se aproxima a los $4,54 por libra, impulsado por la incertidumbre respecto a los aranceles que podría imponer Estados Unidos a las importaciones del metal. Según Citigroup, esta tendencia se mantendrá en los próximos meses debido a la estrechez del mercado global y la investigación en curso sobre la seguridad nacional de las importaciones de cobre en EE.UU.
El miércoles, el precio de referencia en la LME cerró en $4,43 por libra ($9.770 por tonelada), mientras que los futuros en la Bolsa de Nueva York (Comex) ya superan los $4,54 por libra ($10.000 por tonelada). Ante la posibilidad de aranceles, grandes comercializadoras como Glencore y Trafigura han acelerado el envío de cobre hacia EE.UU. antes de un posible anuncio oficial, según Bloomberg.
Impacto en inventarios y oferta mundial
Según Goldman Sachs, las importaciones estadounidenses de cobre podrían aumentar entre 50 % y 100 % en los próximos meses, lo que elevaría los inventarios en EE.UU. de las actuales 95.000 toneladas a entre 300.000 y 400.000 toneladas para el tercer trimestre de 2025, representando hasta el 60 % de los inventarios globales.
El mercado global también enfrenta restricciones en la oferta. En Chile, el mayor productor de cobre del mundo, la producción cayó un 24 % en enero, alcanzando su nivel más bajo en nueve meses, mientras que la demanda de fundiciones sigue en aumento.
Goldman Sachs proyecta un déficit global de 180.000 toneladas de cobre en 2025, impulsado por la demanda de electrificación, estímulos económicos en China y el crecimiento limitado de la producción minera. La firma mantiene su previsión de que el precio del cobre a tres meses en la LME promediará $4,63 por libra ($10.200 por tonelada) en el tercer trimestre de 2025.
Por su parte, Morgan Stanley advirtió que la incertidumbre sobre los aranceles ha generado oportunidades de arbitraje para operadores que buscan aprovechar la diferencia de precios entre EE.UU. y Londres. «Con los aranceles aún no impuestos, hay un fuerte incentivo para enviar metal a EE.UU., lo que endurece los mercados en el resto del mundo», señaló el banco.