Amputación de extremidades inferiores, insuficiencia renal o ceguera: Los riesgos a los que se expone un paciente con un inadecuado tratamiento de diabetes
En el Día mundial de concientización sobre esta enfermedad, especialistas destacan la importancia de la realización de exámenes periódicos para evitar o retrasar complicaciones asociadas a esta patología.
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Sobrepeso u obesidad y actividad física insuficiente son las principales causas de la diabetes, una patología que afecta a unos 62 millones de personas en nuestro continente.
En el Día mundial de concientización sobre esta enfermedad, que se conmemora cada 14 de noviembre, el jefe del Centro de Diabetes de Clínica Las Condes, Dr. Gastón Hurtado, alerta sobre los efectos que esta genera en todo el organismo.
En términos generales, el médico dice que “la diabetes es una enfermedad crónica que afecta la capacidad del cuerpo para regular los niveles de glucosa en la sangre, debido a una deficiencia en la producción de insulina.
“Si bien esta es una enfermedad que se puede tratar y muchas de sus complicaciones se pueden evitar o retrasar si se cuenta con un seguimiento adecuado, exámenes periódicos y los tratamientos que corresponde, son muchos los efectos que puede ocasionar en casi todos los sistemas y órganos de un paciente, por lo que es fundamental el control permanente de la enfermedad”, sostiene el especialista.
¿Cuáles son estos efectos y cómo se manifiestan?
Al respecto, el diabetólogo doctor Gastón Hurtado afirma que “la diabetes es una de las principales causas de ceguera, insuficiencia renal, infarto al corazón, accidentes cerebrovasculares y amputación de miembros inferiores”. ¿La razón? Principalmente, señala el experto, “debido a que los altos niveles de glucosa producen inflamación y dañan los vasos sanguíneos”.
Así, algunas de las consecuencias que puede tener esta enfermedad son:
Enfermedad Cardiovascular: La diabetes aumenta el riesgo de enfermedades del corazón y de accidentes cerebrovasculares. Las personas con diabetes tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión y endurecimiento de las arterias, lo cual puede llevar a infartos y otros problemas cardíacos graves. De hecho, las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de mortalidad en personas con diabetes.
Nefropatía diabética: La diabetes puede dañar los pequeños vasos sanguíneos en los riñones, afectando su capacidad para filtrar desechos. Esto puede llevar a insuficiencia renal, necesitando -en casos severos- diálisis o trasplante de riñón.
Retinopatía diabética: provocando pérdida de visión o incluso ceguera, cataratas y glaucoma, debido a los daños que puede ocasionar la enfermedad en los vasos sanguíneos de la retina y el nervio óptico. Sin un control adecuado, este daño puede llevar a pérdida de visión irreversible.
Neuropatía diabética: Los altos niveles de glucosa dañan los nervios, especialmente en las extremidades, causando dolor, hormigueo o pérdida de sensibilidad en pies y manos. Esto aumenta el riesgo de infecciones o lesiones en estas áreas, lo que, en muchos casos, aumentando el riesgo de amputaciones.
Infecciones y mala cicatrización: Las personas con diabetes son más susceptibles a infecciones cutáneas y heridas, ya que la circulación deteriorada y la disfunción inmune dificultan la sanación. Además, esta enfermedad afecta el sistema inmune, deteriorando la capacidad del organismo para combatir infecciones y, por tanto, aumentando el riesgo de infecciones urinarias, neumonía y otras infecciones bacterianas y fúngicas.
En este contexto, el médico de Clínica Las Condes afirma que “controlar la diabetes es fundamental para reducir sus efectos negativos y evitar complicaciones.
Además, cuando la diabetes se maneja de forma adecuada desde una etapa temprana, se reducen los riesgos de hospitalización y la necesidad de tratamientos más complejos y costosos en el futuro. Por eso, un control especializado es clave: permite monitorear de cerca la salud del paciente y ajustar el tratamiento de acuerdo a sus necesidades particulares.