Cerca de 14 mil funcionarios de Gendarmería inician este lunes un paro nacional, luego de no alcanzar un acuerdo con el Ministerio de Justicia sobre la carrera funcionaria, que según denuncian, lleva años estancada.
El Frente de Trabajadores Penitenciarios presentó en mayo una propuesta al Ejecutivo para concretar 9.400 ascensos en la planta 2 de suboficiales y gendarmes en un plazo de dos años. Sin embargo, en noviembre, el subsecretario de Justicia, Ernesto Muñoz, ofreció una contrapropuesta de 1.785 ascensos en tres años, lo que fue rechazado por los trabajadores por considerarla insuficiente.
Benito Saravia Aguayo, vocero del Frente de Trabajadores Penitenciarios, criticó la falta de respaldo del Gobierno hacia las demandas de los funcionarios, especialmente en la Dirección de Presupuesto, a la que señaló como el principal obstáculo. Saravia destacó que los trabajadores penitenciarios enfrentan una crisis marcada por el hacinamiento, la falta de infraestructura y un equipamiento inadecuado debido al aumento de la población penal.
Por su parte, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo, llamó a evitar movilizaciones que comprometan la seguridad en los recintos penitenciarios, señalando que estos son críticos para la seguridad pública.
El exdirector de Gendarmería, Claudio Martínez, calificó el paro como «inoportuno», advirtiendo posibles consecuencias graves para el combate a la delincuencia.
Este lunes se llevará a cabo una nueva reunión entre el Frente de Trabajadores Penitenciarios y el Gobierno en un intento por destrabar el conflicto y evitar mayores repercusiones en el sistema penitenciario.