
El papa Francisco experimentó dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, según informó el Vaticano este lunes 3 de marzo. La crisis fue provocada por una acumulación significativa de moco endobronquial, lo que llevó a un estrechamiento de sus vías respiratorias.
Durante la mañana, el pontífice fue sometido a dos broncoscopias para eliminar las secreciones acumuladas en sus pulmones, y en la tarde recibió asistencia con una máscara de oxígeno para estabilizar su respiración. A pesar de la complejidad del cuadro, el Vaticano aseguró que Francisco permaneció alerta y colaborativo durante todo el procedimiento.
La crisis, que se prolongó por parte de la tarde, fue superada y el papa se encuentra en descanso. La acumulación de moco se atribuye a la neumonía que lo afecta, causando tos y espasmos bronquiales. Aunque sus análisis de sangre no han presentado cambios, su pronóstico médico sigue siendo reservado.