
Este lunes, el Banco Central de Chile publicó su Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo de 2025, destacando un escenario donde la inflación ha evolucionado de acuerdo con las proyecciones previas, pero sigue en niveles elevados y con riesgos sobre su futuro comportamiento. A pesar de esto, la actividad económica ha mostrado un dinamismo superior al esperado, impulsada en gran parte por el crecimiento de las exportaciones, principalmente en los sectores agrícola y comercial.
Crecimiento económico y expectativas
El Producto Interno Bruto (PIB) de Chile creció un 2,6% en 2024, y el Banco Central ha revisado al alza sus expectativas de crecimiento para este año, situando el rango de expansión entre 1,75% y 2,75%. Para 2026, las proyecciones se mantienen entre 1,5% y 2,5%. El dinamismo económico ha sido impulsado principalmente por el sector exportador, el turismo, y una mejora gradual en el consumo privado y la inversión, que se espera se mantenga en el corto plazo.
Además, la inflación está proyectada a converger hacia la meta del 3% para principios de 2026. Se espera que la inflación disminuya en la segunda mitad de 2025 y principios de 2026, en parte debido a los efectos de la alta base de comparación por las alzas de costos, como las tarifas eléctricas, observadas el año pasado.
Factores externos e incertidumbre
El informe resalta la creciente incertidumbre en el panorama externo, con particular atención a los efectos de una desaceleración del crecimiento de los socios comerciales de Chile, especialmente Estados Unidos. Esta desaceleración podría tener efectos negativos en los canales comerciales y financieros, aunque el impacto es proyectado como acotado en el mediano plazo. El Banco Central también advierte sobre la posibilidad de eventos disruptivos en la economía global, como tensiones comerciales o cambios en las alianzas políticas internacionales, que podrían afectar negativamente tanto a la economía mundial como a la chilena.
Política Monetaria y Riesgos Inflacionarios
El Banco Central sigue enfrentando un panorama inflacionario con riesgos relevantes, aunque algunos factores de costos han cedido, como la apreciación del peso y la baja de los precios internacionales de los combustibles. Sin embargo, algunos indicadores de expectativas de inflación a dos años siguen por encima de la meta del 3%, lo que refuerza la necesidad de cautela en las políticas monetarias.
El Consejo del Banco Central evaluará los próximos movimientos de la Tasa de Política Monetaria (TPM) según la evolución de los datos macroeconómicos y sus implicancias para la convergencia inflacionaria. Además, se mantiene atento a los eventos internacionales disruptivos y su potencial impacto en la economía local.